lunes, 26 de diciembre de 2011

CONMOCIÓN (AÑO CERO)


He dejado crecer mis miedos al mismo ritmo que mis cabellos.
No hay peluquerías donde enfrentarme a ellos.
Los fui alimentando, a fuerza de creerlos,
arrastrándome con ellos hasta cualquier agujero.
Tomaron el control de mis manos y mis dedos,
de mi mente, de mis pasos... hasta de mis besos.

Vacío, pero cargado; ciego y silencioso,
mi corazón se parecía inerte esos días:
Evadido de la irrealidad; temeroso;
Rebozándose en mierda, en nada y en cenizas.

Pero ayer mi corazón se rebeló por bulerías,
escupiendo piedras contra mi propia mentira,
revolviendo todos los cajones donde guardé
mis sueños.

Ya brotan las primeras gotas, ya huelo su voz;
y quiero decir que es verdad que no me arrepiento,
y cogerte y traerte de nuevo, amor.

Quizás aún es pronto. Ahora puedo
golpear con mis dedos este diapasón
resonante; quemar mi pasado y mi velo;
salir fuera, andar despacio, crecerme dentro;
continuar con fuerza esto que he empezado;
mirar de cerca, y sincero decir: gracias
y perdón.